"Sin duda usted ya ha escuchado hablar de mis aventuras funambulescas y de lo que luego resultó de ellas. Para terminar, fui secuestrada por un ciclón junto con mi taller, pero, por un singular efecto del tornado, mis cascajos resbalaron directamente al bolsillo de Rodin y sus consortes, mientras que mi desafortunada persona se vio transportada delicadamente a un recinto enrejado en compañía de muchos alienados. Hago lo posible por figurar de manera honorable en esta amable corporación: ¡No lo hago demasiado mal! Si usted quiere comprobar por si misma lo que ocurre no tiene más que tomar el Metro hasta Saint-Mandé y luego el tranvía de Saint-Mandé a Ville-Évrard (Sanatorio especial). La espero detrás de la reja"
Camille Claudel.